Conoce los cuatro pasos para denunciar un caso violación

El Alto, 12 de agosto 2024

“Las víctimas deben acudir al distrito o al centro del DNA (Defensoría de la Niñez y Adolescencia), y nosotros realizaremos el informe psicológico, el examen médico forense, a través de la Cámara Gesell, y activaremos las acciones necesarias para detener a los agresores”, informó el secretario municipal de Desarrollo Humano y Social Integral, Herlan Cabrera.

El primer paso fundamental es la preservación de pruebas. Es crucial que la víctima evite bañarse y conserve la ropa utilizada en el momento del ataque, ya que estos elementos pueden contener evidencias físicas, determinantes para la investigación y el proceso judicial que se abrirá, y que exigirán elementos que prueben la agresión.

Una vez preservadas las pruebas, el siguiente paso es presentar la denuncia ante la Policía Boliviana, al Ministerio Público, a los Servicios Legales Integrales Municipales (SLIM), a la Defensoría de la Niñez y Adolescencia (DNA); además a los Servicios Integrados de Justicia Plurinacional (SIJPLU) o al Servicio Plurinacional de Asistencia a la Víctima (SEPDAVI).

Es primordial que las víctimas denuncien con prontitud, ya que esto no solo facilita el inicio oportuno de la investigación, sino que también permite una respuesta más eficaz a la situación.

El tercer paso es acudir a un centro de salud y recibir la atención médica inmediata para tratar posibles daños físicos, el examen médico puede aportar pruebas adicionales para el caso. Los centros de salud cuentan con los protocolos necesarios para brindar apoyo a las víctimas de violencia sexual.

Finalmente, el cuarto paso se sigue solamente si hay embarazo. Las víctimas y sus familias deben saber que la legislación permite la interrupción en estos casos, pero antes, las víctimas deben ser asesoradas y recibir el apoyo emocional para tomar la decisión del legrado.

La responsable del proyecto Católicas por el Derechos a Decidir, Ana María Rojas, dijo que las rutas críticas están diseñadas para guiar a las víctimas y sus familias en momentos de vulnerabilidad, y asegurar su protección, atención médica y justicia.

“Lamentablemente, la familia, el entorno, la escuela y el hogar son lugares en los que se pueden identificar situaciones de violencia hacia niños y adolescentes. Por ello, es importante acudir a la Policía, a la Fiscalía o a la Defensoría, que se encargan de promover, coadyuvar y remitir los casos a las instancias necesarias”, mencionó Rojas.